Comienzo.
Camino por la carretera sinuosa.
Tras una breve pausa, Alberto finalmente rompió el silencio.
—¿Sabes?, tenemos todo el tiempo que nuestros cuerpos físicos nos puedan permitir, no hay prisa alguna, podemos estar viviendo aquí tranquilamente, no necesitamos realmente comer en el juego, ni beber, tampoco hay ningún tipo de necesidad fisiológica. En efecto, puedes hacer todas esas actividades, pero solo por mero placer.
—Entiendo, no es un juego de supervivencia, sino de experiencia.
—Correcto, los antiguos lo llamarían una especie de juego en modo creativo, pero más complicado, no es una caja de arena como antes se solía llamar, digamos que es un juego de supervivencia en modo pacífico en donde no requerimos cumplir con nada para mantenernos con vida, energía y demás categorías punitivas.
—Lo sé, conozco la base del juego, la historia en que está basada, los movimientos que puedo realizar, hasta los mecanismos que pueden haber, he jugado en varias ocasiones otros similares, pero este es el primero en ser tan realista.
—Lo que lo hace aún más especial —continuó Alberto mientras bajaba la velocidad para tomar una curva, el frente era un paisaje radiante y muy vasto—, es el entorno en el que nos encontramos, pues, aunque sea una especie de juego del siglo XXI, debes recordar que hay muchas diferencias entre las poblaciones de esos tiempos, algunos sitios eran muy rurales y otros eran grandes metrópolis.
—Ese es uno de los principales motivos por los que decidí participar aquí. Ves, ya soy como una persona, te interrumpí.
—¡Muy bien!, que bueno que mencionas ese término, me has hecho recordar algo. Si quisieras definir este videojuego en términos arcaicos, del inicio de la tecnología virtual. ¿Cómo lo harías?
—Un juego de rol encaja perfecto con esta categoría, sin duda lo llamaría un juego de rol hiperrealista, aunque para los antiguos la palabra hiper era muy simple, le decían de esa manera a prácticamente cualquier tipo de juego, hasta un Virtus de cinco años podría hacer un juego hiperrealista que sería un éxito en esos momentos.
»Solo se necesitaban gráficos que fueran mínimamente similares a los reales, aunque los estuvieran viendo en una pantalla sumamente pequeña, eso no tiene nada de hiper, aunque era un gran avance en los comienzos de los juegos, inicios del siglo de la tecnología virtual.
—Siempre me alegra platicar con otra persona con los mismos gustos que yo, comprobar que tenemos los mismos conocimientos y congeniamos muy bien, seremos buenos amigos. Dime, ¿cuánto tiempo planeas estar en el juego antes de regresar a la realidad?
—Mientras no me necesiten en el exterior, puedo continuar aquí indefinidamente, ¿y tú?
—Yo saldría algunas noches del juego, me gusta ver a mis hijos antes de que se vayan a dormir, ¿tienes hijos?
—No, sigo siendo muy joven, tal vez después pueda llegar a tener, por el momento no he pensado en eso, ni siquiera tengo una pareja.
—Entiendo. —Alberto se giró para ver a Oscar—. Esto nos sirve para crear una amistad entre nosotros, pero en el sentido estricto de un juego de rol, conoces las reglas, aquí somos personas totalmente distintas, yo no debo de saber quién eres y tú no me conoces, ambos fingimos ser gentes distintas. —Regresó la vista a la carretera, aunque era muy sinuosa y angosta, tuvo el tiempo necesario para decir eso mientras iban rectos—. Por alguna extraña razón, ya sabes, los antiguos se divertían fingiendo ser alguien distinto. Sospecho que, por anonimato, antes eso era muy importante, era irrelevante que ese hecho se preste a muchas estrategias peligrosas, a esas personas les atraía la idea de causar mal y no ser reconocidas, pero ya sabes, no siempre era así.
—Lamentablemente tienes razón, las personas causaban muchos conflictos en el pasado, hubo guerras mundiales al inicio de la era virtual, de hecho, de aquí surgió ese tipo de tecnología, sin ello no habríamos evolucionado a lo que somos ahora, a veces me sorprende que no nos hayamos extinguido entre nosotros mismos, bueno, nuestros antepasados. Justo a tiempo evolucionamos.
Otro automóvil cruzó en sentido contrario, había empezado a anochecer. Oscar reconoció una figura en el lado del conductor, pero no pudo identificar claramente a la persona, estaba poco claro y las luces del carro le impedían una visión óptima.
—¿Esa persona es una como nosotros o es alguien del juego?, me refiero a, ¿cómo sabríamos quiénes son como nosotros y quiénes son totalmente entes programados?
Alberto esbozó una sonrisa.
—Eso es algo que no podemos identificar fácilmente —comenzó a decir—, no hay forma precisa para hacer una distinción, eso es parte del trabajo que realizarás, déjame te explico.
Casi no quedaba luz diurna, Alberto encendió las propias del auto.
—Los creadores del videojuego —comenzó nuevamente Alberto—, han hecho todo lo posible para recrear el ambiente de las personas normales del siglo de la tecnología virtual. Considero que es un muy buen trabajo, tanto que es necesario de un experto en el tema para corregir errores en la programación, ahí es donde entras tú.
—Haré todo lo que pueda para que mi función sea de ayuda para todos, seré, lo que dirían, un administrador del servidor, ¿cierto?
—Totalmente, pero a diferencia de los auténticos administradores de servidores de esos años, no tendrás beneficios especiales, serás totalmente igual a cualquier otro usuario que ingrese a la plataforma.
—¿Qué tan avanzado está el nivel de desarrollo?
—Recuerda, solo podemos hablar de la meta realidad durante este período, después de esto tienes que vivir como lo haría alguien de inicios del dos mil. —Alberto volteó a verlo, tenía una mirada distinta a las ocasiones anteriores, había en ella una mezcla de tristeza y esperanza al mismo tiempo—. Respondiendo a tu pregunta, este es el comienzo del juego, no hay un límite definido, todo dependerá del progreso que se consiga aquí, puede durar unos cuantos años o ser indefinido, eso lo decidirán los usuarios y las entidades meta realistas.
—Siento que estamos llegando a nuestro destino. —Oscar vio otro auto en sentido contrario, estaba casi completamente oscuro el ambiente—. Empiezo a ver más movimiento de una sociedad y he notado que hemos comenzado a descender.
—Has acertado, he manejado muchas veces esta carretera y ya la conozco bien. —Otra vez le regaló una sonrisa triste, como si esa expresión diera más mensajes de lo que pudiera expresar con palabras, era similar a una despedida, pero no necesariamente algo negativo, sino un cambio—. ¿Hay alguna última información que quieras conocer antes de comenzar tu nueva vida como persona? Es la última oportunidad de ser un Virtus, después de esto estarás inmerso como una persona. Confío en que será así y que también lo sabes.
Oscar sintió que comenzaba a entender este nuevo mundo en el que estaba ingresando, había diferencias físicas entre las personas y los Virtus, tal vez fueran mínimas, pero eran notorias, los rasgos de las personas eran un poco más toscos, como si estuvieran siendo esculpidos de un molde mayor y todavía no alcanzaran el nivel de detalle más fino que tenían ahora los Virtus.
—Alberto, hay una última información que me gustaría tratar antes de entrar de lleno en este siglo. —Sus miradas se cruzaron, justo en el momento en que una luz de otro auto iluminaba ambos rostros, Oscar notó detalles muy específicos de Alberto que no se había percatado antes, ese nivel de perfeccionismo en los gráficos era superior al que se había logrado antes, incluso para su tiempo—. ¿Crees que una persona de esta época, si entrara a este videojuego, lo podría distinguir de la realidad, o seguiría creyendo que es su mundo físico sin darse cuenta de que habita en un sistema computarizado muy superior a su capacidad de comprensión? —Seguramente, pensó, la gente se sentiría muy triste y sola. Al no poder reconocer el entorno en el que se encuentran, estarían perdidos. Si hubiera algo que pudiera hacer para evitar el sufrimiento de aquellos que puedan tener estas emociones, ¿cómo lo haría? Si realmente estuviera en el año dos mil y fuera un Virtus. ¿Cómo apoyaría a los demás, como él, para que pudieran dar este salto y no sentirse aislados en una sociedad diferente a lo que ellos son?
Alberto sonrió, estaba claro que sabía que era el punto crucial del papel de Oscar en el videojuego, la razón fundamental de que él estuviera dentro y todos lo sabían, incluyendo a estas dos personas sentadas en el automóvil transitando en un camino por la carretera sinuosa.